Residencial

ARQUITECTOS:

Arquitecto de la restauración: Joaquín Cano Calderón Arquitecto del proyecto original: José Antonio Rodríguez

ARQUITECTOS TÉCNICOS:

Alfonso Pascual De Riquelme

PROMOTOR:

Promotor de la restauración: María Nieves Cerdá Ruiz-Funes Promotor del proyecto original: Joaquín Cerdá Vidal

MOTIVOS:

Por haber mantenido su carácter de icono edilicio de la ciudad de Murcia durante casi un siglo y, al tiempo, conservar sus cualidades materiales y funcionales sin ningún tipo de enmascaramiento superficial

DESCRIPCIÓN:

: “Representante de la vanguardia y el eclecticismo en la Región de Murcia, propia de la arquitectura de la segunda república, y situado en la Plaza de Santo Domingo, este majestuoso edificio fue construido por José A. Rodríguez en 1939, por encargo de Joaquín Cerdá Vidal. El arquitecto saca partido a las dimensiones de la manzana proyectando un edificio de contundente volumetría, muy bien relacionado con el espacio urbano circundante por la acertada valoración de la esquina con el remate de un templete, que hace de charnela entre la plaza y la avenida de Alfonso X.

 

La fachada se divide en altura en tres cuerpos distintos mediante la disposición de unas barandillas continuas que definen claramente sendas líneas horizontales de separación.

 De estos cuerpos, en los que emplea diferentes motivos ornamentales, el más característico es el último, en el que los huecos están separados entre sí por columnas jónicas de doble altura que en los pequeños cambios de alineación se disponen de forma pareada.

 

 Estas columnas de orden jónico, que Rodríguez reinterpreta muy personalmente, introduciendo en el capitel unos colgantes rematados por tulipanes; las barandillas, los remates inferiores de los balcones, etc., son elementos ornamentales empleados por el arquitecto en obras anteriores, y que aquí resultan tan anacrónicos que han producido confusión a la hora de fechar el edificio”.

 

 José María Hervás Avilés Cincuenta años de arquitectura en Murcia. 1931/1982.

 

 Cabe destacar, en este edificio, el magnífico estado que presentan los elementos singulares de fachada: balcones, cornisas, impostas, columnas, etc., así como el paño, de fábrica vista y los remates de piedra artificial en ventanas. En cubierta, el correcto mantenimiento lo atestiguan tanto la buena apariencia del pavimento como el enfoscado del antepecho, y el perfecto estado de los sumideros y juntas de dilatación.